Desde la derrota del campeón del mundo de ajedrez, Gary Kasparov, frente al programa de IBM DeepBlue hace ya veinte años, en 1997, el GO estaba considerado el último reducto de la supremacía de la inteligencia humana en el dominio de los juegos clásicos. Pero ese reducto acaba de ser asaltado por un nuevo contendiente: AlphaGO.