«Cuando llegan los tiempos del ferrocarril se pueden hacer ferrocarriles… pero no antes». Que los caminos de la innovación son casi inescrutables es algo bien conocido, sobre todo por los que se han enfrentado a ella y practican la innovación. No tanto para los que solo predican la innovación desde los púlpitos del statu quo. ¿Por qué las salas de telepresencia no han despegado como un servicio de amplia presencia en hoteles o centros de reuniones que podrían competir con ventaja con las aerolíneas?