Cómo leer «La broma infinita»

Claire Friedman

Compra^(*) una copia de tapa dura de «La broma infinita» en una librería tradicional. Toca el papel y siente la conexión con centenares de años de lenguaje impreso. Deslumbra al cajero con una sonrisa ensayada. Felicítate por proteger a las librerías de la embestida de vulgaridad del comercio electrónico.
Vuelve a casa sopesando la gravedad del texto al sentir como las asas de la bolsa se clavan en la palma de tu mano. Acepta su peso como evidencia de su importancia. Hazle un pito catalán a los peatones que no portan libros impresionantes y pesados. Presume.
Marca el libro en Goodreads como «actualmente leyendo», junto con «Patria» y «Guerra y paz» (o Anna Karenina). Acepta los elogios por ser superior al resto de tu generación de televidentes. Haz referencia a tus lecturas como «yoga para la mente».
Sal a tomar algo con tus amigos. Habla sin parar sobre el libro. Reitera lo del «yoga para la mente». Acepta tu nuevo rol de sofisticado en el grupo. Advierte a tus amigos sobre los peligros de la tarta de Santiago.
Saca el libro de la bolsa. Prepárate para comenzar el viaje viendo tres episodios de «Westworld». Siéntete confundido por las múltiples líneas de tiempo. Recompénsate por el tiempo invertido frente a la incomprensible serie de culto viendo un episodio de «Gandía shore».
Hazte un selfi con el libro «accidentalmente» en segundo plano. Publícalo en redes sociales. Responde a los comentaristas deslumbrados con «creo que el tamaño sí importa ;)».
Mete el libro en tu bolsa de tela reciclable y llévatelo a pasear por la ciudad. Ofrece a los lectores de Kindle en el metro la oportunidad de oler el papel real, como pan recién hecho para huerfanitos.
Contrae una lumbalgia debida al peso literal, no figurativo, del libro. Visita al quiropráctico. Sugiérele cambiar los ejemplares de la revista «¡Hola!» de la sala de espera por algunas copias de «La broma infinita». Responde a las preguntas del médico sobre los detalles del libro con comentarios genéricos sobre el uso que hace David Foster Wallace de una estructura narrativa no convencional y las notas al final.
Revisa el libro en Wikipedia para corroborar el escaso tirón por parte de los lectores. Comienza a leer la entrada de Wikipedia en repetidas ocasiones, pero distráete una y otra vez ante la urgencia de investigar el uso del aceite de cannabidiol (CBD) para la ansiedad del perro.
Invita a tus amigos más brillantes a una cena intelectual. Pide a tus invitados que se turnen para contar sus anécdotas favoritas sobre el libro. Encomiéndate a tu memoria para poder usarlas a posteriori. Retírate a tu dormitorio. Abre tu diario. Escribe: «Soy un FRAUDE».
Vete de vacaciones a una playa lejana. Intenta por fin hacer algún progreso con el libro durante el largo vuelo de ida. Toma barbitúricos en abundancia. Llora mientras ves un documental sobre Félix Rodríguez de la Fuente. Utiliza el libro en la playa como posavasos para la cerveza.
Pasa años preguntándote lo que tu incapacidad para terminar el libro dice sobre tus posibilidades de llevar una vida feliz y exitosa. Grítale al libro por devorar tu confianza. Destruye todas tus relaciones.
Vuelve a casa tarde una noche. Mírate en el espejo. Repite: “Tú eres el libro y el libro eres tú. No eres nada si no eres quién para leer «La broma infinita»».
Empieza a decir que ya vas por la tercera lectura.
Hazte novelista y habla con frecuencia sobre la monumental influencia de Wallace en tu propio trabajo.
Utiliza las ganancias de tu carrera como escritor para abrir una fundación literaria dedicada al héroe Wallace. Omite la ceremonia de inauguración con corte de cinta para evitar preguntas.
En tu lecho de muerte coloca el libro sobre la mesilla de noche. Pídele a tu cónyuge que mencione en su panegírico tu devoción por el texto. Asegúrate de que la necrológica de EL PAIS menciona una pasión duradera por «La broma infinita». Haz que te entierren con el libro.
Llega al cielo a pesar de toda una vida de mentiras. Encuentra a Wallace. Muéstrale tu amor por el libro y pregúntale muy sutilmente de qué trata realmente. Aléjate de él cuando la explicación se torne larga y complicada.

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(*) Este post es mi traducción de How to read «Infinite Jest» de Claire Friedman. Descubrí el artículo gracias a este tuit de Claire: Me han publicado un artículo en @NewYorker * y * ¡¡Ni siquiera tuve que leer Infinite Jest para hacerlo!! Escribir sobre la lectura del libro de David Foster Wallace es un ejercicio de estilo relativamente común (bastante común tras su muerte en 2008), pero leyendo esta «broma» de Claire me estuve riendo un buen rato.

Quiero dar las gracias a Claire por su respuesta inmediata cuando le pregunté si podía traducirlo y publicarlo aquí, en Alienímagina. Me he tomado la libertad de modificar algunas de las «referencias» culturales que utiliza ella en su artículo, intentando respetar (con liberal discrecionalidad) lo que me parece su intención. Recojo aquí los cambios más significativos:

«Team of Rivals» por «Patria».
«Public Radio Tote» por bolsa de tela reciclable (no encuentro icono equivalente).
«Jersey Shore, family vacation» por «Gandía shore».
«Mister Rogers’ Neighborhood» por documental sobre Felix Rodriguez de la Fuente.
«Bar limes» por tarta de santiago (me tentaban diversas opciones).
«Times» por «EL PAIS».
«People» por «¡Hola!».

Seguro que se me escapa algo. Admito críticas y sugerencias.

Confieso que yo tampoco he tenido que leer «La broma infinita» («Infinite Jest»). Ni lo he intentado. Me conformaré por el momento con las «Entrevistas breves con hombres repulsivos». No querría caer en la espiral que describe Claire en su broma.

Imagen: Señor muy famoso que (entre otras cosas) recomienda libros constantemente.